La página web lleva dos años rodando y se ha convertido en una ventana de doble dirección: abierta hacia las familias y hacia el mundo, permite mostrar y compartir todo aquello que aunque cotidiano se fija en irrepetible. Por otro lado, abierta hacia dentro, para dejar paso y dar entrada a un mundo entero de posibilidades que nos ofrece la web.
No es un simple catálogo de actividades, ni tan siquiera un cuaderno de bitácora, es un medio, un transmisor de acontecimientos interactivo que nos ha obligado a permanecer con los ojos abiertos de asombro ante todo lo que nos rodea, sus inagotables fuentes a las que contribuimos modestamente permiten dar protagonismo a todo aquel que se acerca. Su valor motivador, didáctico y emocional le confiere una función de catalizador de vivencias todas ellas irrepetibles, únicas, y al mismo tiempo reproducibles y trasladables a cualquier contexto. En definitiva, una ventana a la que asomarse y con la que asombrarse del magnífico espectáculo del conocimiento....
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