El autor Giovanni Sartori presenta la transformación del homo sapiens, producto de la cultura escrita al homo videns donde la palabra ha sido destronada por la imagen.
En la primera parte del libro enuncia la tesis " el homo sapiens sufre una metamorfosis, a través de la televisión, en homo videns" y la fundamenta en el hecho que nuestros niños ven la tele desde la más tierna infancia antes de aprender a leer y escribir y antes de asistir a la escuela. Así la televisión se convierte en la primera escuela del niño recibiendo su impronta educacional a través de imágenes.
Este hecho repercute en la edad adulta con un empobrecimiento en la capacidad de entender, pues el homo sapiens vive en un universo simbólico con la preponderancia del lenguaje-palabra, con la capacidad de comunicar, pensar, conocer…y en el medio televisivo predomina la imagen sin estímulos que refuercen la lectura y el saber a través de los textos escritos. El nuevo medio pone en valor la cultura audiovisual porque llega a todos y denuesta la cultura escrita solamente para privilegiados.
Reflexiona sobre la capacidad de abstracción del hombre con símbolos, palabras concretas que evocan imágenes de cosas visibles y palabras abstractas difícilmente traducibles a imágenes y conceptos construidos por nuestra mente. Gad Lerner escribe que “la llegada de la imagen televisiva modifica la capacidad de abstracción, no implica que la bloquea” pero si modifica la capacidad de entender.
No analiza el influjo de la imagen fija, fotografía, ni la imagen en movimiento, cinematografía e introduce al ordenador como un nuevo soberano que unifica palabra, sonido e imagen y nos introduce en lo virtual o realidades simuladas.
Manual de referencia desde la primera edición de 1997 y con fuerza en la actualidad, después de dieciocho años faltaría completar con un serio estudio sobre el mundo multimedia. El autor incide en que Internet podría ser un instrumento de conocimiento pero el problema es que el niño en sus primerísimos años se inicia con la televisión, presente en todos los hogares,“...cuando llega a Internet su interés cognoscitivo no está sensibilizado para la abstracción. Y ya sin capacidad de abstracción no se alcanza el mundus intelligibilis, es muy probable que el saber almacenado en la red permanezca inutilizado durante largo tiempo”.
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